15.5.10

¿Orgullosa yo?




Hay momentos en la vida en los que debemos pedir perdón. ¿Por qué? Por un millón de situaciones que no se pueden explicar…Para muchos el pedir perdón supone un verdadero sacrificio ya que deben dejar a un lado a su querido amigo, el orgullo, y hacer lo que en el fondo saben que es lo correcto. Después están los contrarios, aquellos que piden perdón por todo, ya que simplemente han estado toda su vida arrepintiéndose y echándose las culpas por lo ocurrido. Yo era de los últimos, pero vaya, que irónico…ahora estoy rozando con las yemas de los dedos el primer grupo, porque jamás escuche un ‘’gracias’’ por mis disculpas.

1 comentario:

  1. Yo prefiero no ser ni deun grupo ni de otro: si hago algo mal lo reconozco y pido perdon. Si la gente nunca me corresponde actuando de la misma manera, ya se que con ellos debo ser ams orgullosa que con nadie =)

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