Sueña

Se quedo mirando las facciones de su cara. Le encantaba pasarse horas observando como la luz de la luna empañaba su rostro y hacia que ella brillase aun más.
Nora dormía… tenía los ojos cerrados, sus cejas perfectamente alineadas y finas, la boca entre abierta formando una pequeña ‘’o’’; algo que a Eric le recordó a los niños pequeños. El pelo lo tenía algo alborotado con un mechón rebelde sobre la frente.
Era bastante alta aunque a el le encantaba cuando calzaba tacones, la hacia sentirse mas segura, el lo notaba.
Poseía una figura de la que pocas mujeres podían lucir, sin embargo para el, todo aquello quedaba en un segundo plano. Lo que verdaderamente le importaba era la Nora que había en su interior, esa que era tan inquieta y que a la vez le encantaba la tranquilidad, aquella tan dulce pero demasiado reservada, pero lo que Eric tenia seguro era que Nora era extrovertida, podía decir que era de las personas con menos vergüenza que conocía, eso si, bien educada.
La costaba muchísimas veces sonreír pero era feliz.
Nora no era cosa para gente simple, ella era todo lo contrario a una persona fácil, había que descubrir bastante en ella. Pero el quería seguir descubriendo, siempre había estado buscando aquella mezcla extraña y a la vez perfecta. Eso era ella. Perfecta.
Se acerco aun mas a su musa como el la denominaba.
Había veces que tenia miedo a perderla por lo que la abrazaba y hasta que no estaba seguro de que no se iba a marchar no la soltaba, sabia que era estupido pero aun así lo seguía haciendo, a el le funcionaba.
Paso sus brazos por la cintura de ella y Nora se sincronizo con el, como si supiese que debía hacer, puso sus manos sobre las de Eric y se pego a su cuerpo. Los dos sonrieron. Ya nada los podía separar. Ni siquiera la noche.